Investigadores del Observatorio Astronómico de Córdoba (OAC), en colaboración con científicos internacionales, han descubierto un planeta fuera del sistema solar que desafía las teorías existentes sobre la formación y evolución de cuerpos celestes en entornos extremos. Denominado TOI-3568 b, este planeta, clasificado como súper-Neptuno, tiene características únicas que lo convierten en un objeto de gran interés para la comunidad científica.
Un gigante gaseoso en un entorno extremo
TOI-3568 b es un planeta con una masa 50% superior a la de Neptuno y un tamaño 40% mayor. Orbita a una distancia de apenas 0,05 unidades astronómicas de su estrella anfitriona, una enana de tipo K, lo que equivale a estar ocho veces más cerca de su estrella de lo que está Mercurio del Sol. Esta proximidad lo expone a una intensa radiación ultravioleta extrema, alcanzando temperaturas que superan los 630 °C. A pesar de estas condiciones adversas, el planeta ha logrado conservar su atmósfera, rica en hidrógeno y helio, durante miles de millones de años.
Romina Petrucci, del Observatorio Astronómico de Córdoba y Conicet, destacó la relevancia del hallazgo: “Las características de TOI-3568 b nos permiten poner a prueba las teorías sobre el origen del desierto neptuniano y la estructura interna de los planetas gigantes, lo que podría ampliar nuestro entendimiento sobre la evolución de los sistemas planetarios”.
Un hallazgo en el desierto neptuniano
El descubrimiento de TOI-3568 b es particularmente notable porque se encuentra en una región conocida como el «desierto neptuniano», donde es muy raro hallar planetas con masas similares a Neptuno y períodos orbitales menores a cinco días. La teoría predominante sugiere que los planetas en esta zona pierden rápidamente su atmósfera debido a la intensa radiación de sus estrellas. Sin embargo, TOI-3568 b ha mantenido su envoltura gaseosa, lo que plantea interrogantes sobre los procesos de formación y supervivencia de este tipo de planetas.
Emiliano Jofré, también del OAC y coautor del estudio, señaló: “Este planeta constituye una excepción a las teorías actuales y abre nuevas oportunidades para estudiar cómo se comportan los gigantes gaseosos en ambientes tan extremos”.
El exoplaneta fue inicialmente identificado como candidato por el satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA, que detecta planetas mediante la técnica de tránsitos, observando diminuciones en el brillo de las estrellas cuando un planeta pasa frente a ellas. Sin embargo, para confirmar la naturaleza planetaria de TOI-3568 b, el equipo recurrió al espectrógrafo MAROON-X, instalado en el telescopio Gemini, en Mauna Kea, Hawái. Este instrumento permite medir con precisión las variaciones en la velocidad de la estrella causadas por la atracción gravitacional del planeta, validando así su existencia y su naturaleza gaseosa.
El investigador Luciano García, coordinador de la Oficina del Observatorio Gemini en Argentina, resaltó la importancia del uso de este telescopio para futuros descubrimientos: “La participación argentina en el Observatorio Gemini es clave para la búsqueda y caracterización de exoplanetas, especialmente en condiciones extremas como las de TOI-3568 b”.
Un logro de colaboración internacional
Este descubrimiento marca la primera vez que se ha utilizado tiempo de observación argentino en el Observatorio Gemini para detectar un exoplaneta, lo que subraya el impacto del trabajo realizado por el equipo del Observatorio Astronómico de Córdoba. La investigación, publicada en la revista Astronomy & Astrophysics, incluyó la colaboración de científicos de diversas instituciones de Argentina, Brasil, México, Francia, Estados Unidos, Alemania y Canadá.
Como concluye Victoria Rubinstein para UNCiencia, el hallazgo de TOI-3568 b no solo representa un avance significativo para la astronomía argentina, sino que también abre nuevas posibilidades para el estudio de planetas en entornos extremos, desafiando las teorías actuales y ampliando el conocimiento sobre la formación y evolución de los sistemas planetarios.