El Brote es un taller de escritura creativa que funciona de manera presencial en la ciudad de Córdoba y de manera online para todo el mundo. Desde que cuentan con su espacio físico, han multiplicado su propuesta con distintas formaciones y talleres, además de organizar eventos artísticos donde se conjugan lecturas, poesía, música y otras yerbas. Flor López es su fundadora y directora, además, es quien da algunos de los talleres.
El año pasado establecimos un vínculo colaborativo para compartir el producto de los talleres de El Brote en Cuchá. Durante el 2022, publicamos un poema cada domingo al atardecer, como una especie de cierre de la semana. Este finde vuelve la poesía y para nosotros todo es felicidad. Pero para conocer un poco más de los orígenes y motivos de lo que compartimos, hablamos con Flor para que nos cuente sobre este espacio en donde a partir de la escritura se establecen vínculos afectivos, se dan procesos de autoconocimiento y de construcción de comunidad.
– Flor ¿Por qué El Brote?
Creé un espacio al que me hubiera gustado ir. Entonces pensé El Brote como un lugar desde el deseo, desde algo que yo hubiera deseado que existiese para poder participar. Desarrollarme ahí también es la propuesta general de El Brote. Yo daba talleres sueltos, empecé como en el 2012, 2013, 2014, y lo hacía en distintas instituciones, en espacios públicos, privados, en mi propio departamento. Y bueno, en el año 2017 decidí unir todo eso en una propuesta pedagógica más formal y por formal no quiere decir que sea aburrida, sino que tiene que ver con que tiene una propuesta pedagógica anual, pensada en un recorrido de tres años, en donde los alumnos tienen la posibilidad de conocer su propia voz y terminar creando un libro de poemas. Es simbólico lo de los tres años, pueden ser cinco o 10, es simbólico porque la escritura de un libro y el encuentro con la voz poética es un de autoconocimiento personal, así es como lo concebimos desde El Brote.
– ¿Seguís disfrutando con los talleres? ¿Te siguen sorprendiendo los alumnos?
La verdad que me siento una privilegiada de poder trabajar de esto, no solamente porque es algo que me gusta sino también porque es una fuente de creación plena absoluta y constante. Todos los años se renueva. La usina de creación que propone El Brote es infinita y eso creo que es lo que me mantiene tan feliz. Y lo que me entusiasma ahora es la apertura el año pasado del espacio propio. Nos da más margen de acción, porque contiene no solamente los talleres, sino algunos eventos más que podemos hacer. Con los alumnos hay un lazo afectivo que es innegable. Para mí el conocimiento se da únicamente a través del lazo afectivo, hay un movimiento de cariño, que es el que hace que uno permanezca en ese espacio, pero también que se entusiasme, que se comprometa con lo que está pasando
– ¿Cómo recordás tu encuentro con la poesía?
– No sé si tengo un recuerdo preciso de mi encuentro con la poesía, si sé que la poesía estuvo siempre yendo y viniendo en mi vida. Recuerdo cuando fue la primera vez que dejé de hacerlo por un tiempo y fue en una época que estuve viajando por Brasil y entonces se me había desaparecido la voz del poema básicamente. Fue una época de una conexión extraña conmigo misma.
Sí me acuerdo el primer poema que me impactó alguna vez que era un poema de Alfonsina Storni que me lo habían dado en el secundario, que decía algo así como “casas enfiladas, casas enfiladas, casas enfiladas, ideas en fila”. Bueno, un poema muy críptico y hermoso de Alfonsina que nos daba la profe de literatura.
– ¿Cómo circula la poesía en Córdoba?
– Los espacios de circulación de la poesía en Córdoba son múltiples y muy diversos. Muchas veces siento que los conozco a todos y siempre me sorprendo, porque hay mucha gente más joven que empieza a crear circuitos. A veces se sostienen esos ciclos, a veces no, es muy difícil sostener un proyecto, pero bueno hay gente que lo hace. Y hay una multiplicidad también de gente interesada en esos espacios, que participa activamente. Hay un campo bastante lindo.
– Con el tiempo desde El Brote empezaron a publicar libros ¿Cómo fue el paso a la editorial?
– La propuesta editorial estuvo desde el inicio, desde el 2017, fue una entidad, una institución que empezamos a forjar a pulmón. La logramos lanzar en 2019. El paso editorial fue muy difícil, sobre todo porque algo que a mí me interesaba era que los libros fueran y tuvieran una estética particular, que se pudiera reconocer, pero que al mismo tiempo cada uno tuviera su personalidad. Como es lo que nos pasa con las voces del brote, pero bueno, manteniendo también algo homogéneo, que tenía que ver con ser parte de una comunidad como la nuestra. Si hoy ves nuestros libros rápidamente te podés dar cuenta que son de El Brote, pero que cada uno tiene una impronta. Llegar a ese momento fue algo que nos demoró varios años, de hecho recién en el año pasado llegamos realmente a lo que queríamos hacer con los libros. Y desde ahí empezamos a editar sin parar, la verdad que ya tenemos más de 20 títulos y estamos muy contentos porque además tenemos tres colecciones. Una es la colección Contemporánea, en donde editamos a nuestros alumnos, o sea procesos que hemos acompañado nosotros o que han acompañado poetas de otras provincias conocidas. Después tenemos la colección Emergente, que es una colección abierta en donde recibimos libros terminados y seleccionamos. Y por último tenemos la colección Maestros donde editamos a personas y autores que ya tienen una trayectoria artística y de publicaciones. Ahí tenemos un libro, por ejemplo, de Fernando Noy. Este año vamos a inaugurar la colección Narrativa, en donde vamos a sacar un libro de cuentos.
– ¿Cómo viene y cómo termina el 2023?
– El 2023 nos trajo muchas novedades. Una de ellas es que invitamos a formar parte del staff de docente a otros docentes. Este año comenzó el club de lectura en inglés, que es un club de lectura de obras literarias clásicas en inglés, dictado por Charo Ortiz. También tenemos un taller de escritura experimental dictado por Catalina Correa que es los miércoles a las 20:30 horas. Un taller de escritura dramatúrgica que estábamos esperándolo mucho porque mucha gente nos pedía. Y después dos propuestas más que todavía no arrancaron que es el taller de escritura y astrología y de narrativas digitales para niños y adolescentes.
Nuestros talleristas siguen, por supuesto, nuestra perspectiva de lo que es la poesía y la literatura. Estamos muy contentos de haber abierto esas puertas.