Con el 99,6% de las mesas escrutadas, Córdoba definió su mapa político en las elecciones legislativas nacionales. La Alianza La Libertad Avanza se impuso con el 42,35% de los votos, consolidando cinco bancas en Diputados y extendiendo su predominio en 19 de los 26 departamentos. En segundo lugar, Provincias Unidas, el espacio que lidera Juan Schiaretti, alcanzó el 28,32%, con tres bancas, mientras que Defendamos Córdoba obtuvo el 8,75% y se aseguró una banca nacional.
La participación fue del 65,14% del padrón, con más de 2 millones de cordobeses y cordobesas acercándose a las urnas. Los votos válidos representaron el 97,3%, en un proceso electoral que transcurrió con normalidad en toda la provincia.
El resultado provincial marcó una diferencia amplia a favor del oficialismo nacional, a contramano de las expectativas previas, que anticipaban una disputa más ajustada. Sin embargo, la elección mostró matices territoriales: mientras el centro y el sur fueron bastiones de La Libertad Avanza, el norte y el oeste provincial mantuvieron su respaldo a Schiaretti.
La jornada electoral volvió a confirmar que Córdoba sigue siendo un termómetro político clave del país.
Ocho datos para entender la elección en Córdoba:
- Amplia ventaja libertaria: La Libertad Avanza ganó en 19 de los 26 departamentos de la provincia.
- El bastión del noroeste: Provincias Unidas triunfó en Tulumba, Sobremonte, Río Seco, Cruz del Eje, Minas, Pocho y San Alberto.
- Capital, decisiva: En Córdoba Capital, LLA alcanzó su mayor porcentaje, con 44,18% de los votos.
- Centro productivo: El pico más alto fue en Río Segundo, con 45,05% de apoyo.
- El sur violeta: En Juárez Celman (43,7%) y Río Cuarto (42,1%), la boleta libertaria fue la más votada.
- El norte schiarettista: En Minas, Provincias Unidas logró 54,5%, su mejor desempeño provincial.
- Defendamos Córdoba, parejo: Sus mejores cifras se registraron en Río Cuarto (10,5%) y General San Martín (10,3%).
- Participación moderada: Con un 65,1% del padrón, la concurrencia fue inferior a la de elecciones anteriores.
Córdoba volvió a marcar el pulso del país, con un voto fragmentado, territorial y con identidad propia.




