Chlamydia trachomatis es una bacteria que puede causar diversas enfermedades, especialmente a nivel ocular, respiratorio y genital, siendo considerada la infección bacteriana de transmisión sexual más prevalente a nivel mundial.
Si bien siempre se habían identificado cepas más agresivas de esta bacteria en varones homosexuales o mujeres transexuales VIH-positivos, el estudio llevado a cabo por la UNC ha revelado el primer caso de infección con una de estas cepas en un contexto que contradice este sesgo de la literatura científica. Los resultados obtenidos con este trabajo de investigación amplían significativamente el conocimiento en el campo de la epidemiología de las infecciones por Chlamydia trachomatis.
“Detectamos en este paciente que la bacteria le causó epididimitis, pero no quiere decir que si se contagia a otra persona no le genere un cuadro más grave” comentó Paira en diálogo con el portal de divulgación UNCiencia.
A pesar de los esfuerzos realizados mediante campañas de prevención y de la disponibilidad de tratamientos efectivos con antibióticos, la prevalencia de C. trachomatis sigue en aumento, sobre todo entre la población joven, lo cual es motivo de inquietud para los principales organismos internacionales de salud pública.
Entre las distintas cepas de esta bacteria, se destacan algunas, como L1, L2 y L3, que son consideradas especialmente peligrosas aunque menos frecuentes. Estas son responsables de la forma más invasiva y grave de infección por C. trachomatis: el linfogranuloma venéreo (LGV).
El LGV se caracteriza por presentar inflamación prominente y dolorosa en los ganglios inguinales, formando características lesiones conocidas como bubones, que pueden llegar a ulcerarse. Si no se trata adecuadamente, esta enfermedad puede tener consecuencias graves y dejar secuelas irreversibles y estigmatizantes.
Históricamente, las cepas L1, L2 y L3 se asociaron principalmente con la infección e inflamación rectal (proctitis/proctocolitis) en varones homosexuales y mujeres transexuales VIH-positivos. No obstante, el aporte de Daniela Paira ha identificado un caso de infección por C. trachomatis L2 que contradice la mayoría de los informes previos en la bibliografía científica.
Rubén Motrich, director de la tesis de doctorado que aportó este descubrimiento, comentó para UNCiencia: “El problema es que la búsqueda de este patógeno siempre estuvo orientada a personas homosexuales y transexuales , VIH-positivas, porque tradicionalmente se hizo así, y ese es el gran error. Creo que había un cierto sesgo de género. Estas variantes de la bacteria podrían haber estado también infectando y causando patología en la población heterosexual. Nuestro hallazgo demuestra justamente eso”.
En el trabajo intervinieron científicos y científicas del Dpto. de Bioquímica Clínica de la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC, Daniela Paira, Rubén Motrich, Alex Saka y personal médico y bioquímico del Laboratorio de Andrología y Reproducción y del Centro Urológico Fucdim, de la ciudad de Córdoba.
Este descubrimiento destaca la importancia de continuar investigando y estudiando la evolución y comportamiento de las cepas de Chlamydia trachomatis, con el fin de desarrollar estrategias efectivas para la prevención y el tratamiento de esta infección de transmisión sexual y sus variantes más agresivas.
Imagen: UNCiencia