Ayer se llevó a cabo una nueva edición de los Premios The Best, organizado por la FIFA, donde los representantes de la selección nacional de Argentina fueron los principales protagonistas de la premiación del fútbol masculino. Emiliano Martínez fue distinguido como el mejor arquero, Lionel Scaloni fue nombrado mejor director técnico y Lionel Messi se llevó el premio al mejor jugador de la temporada, principalmente por su actuación en el último Mundial.
En esta edición, uno de los premios generó una particular curiosidad: Argentina fue reconocida como la mejor afición, por el apoyo recibido en Catar y los festejos a la llegada de los campeones del mundo. La distinción fue recibida por uno de los hinchas característicos más icónicos del país: Carlos “El Tula” Pascual.
Si bien muchos están familiarizados con su figura, dada su presencia tanto en los mundiales como en actos políticos, y por su particular bombo que siempre lo acompaña, otros tantos desconocían su trayectoria. Carlos Pascual es un reconocido personaje popular rosarino de 82 años, que se convirtió en una leyenda como hincha de fútbol ya que presenció 13 mundiales, incluidos el de Catar 2022.
Para conocer algunos aspectos de esta particular figura, en Cuchá vamos a repasar algunos momentos icónicos de su vida pública.
3 historias para conocer al “Tula”, el hombre del bombo
En 1971 se encontró con Juan Domingo Perón en España. El ex presidente y lider político del movimiento justicialista le regaló un bombo autografiado que el Tula guarda en su museo.
Un año antes se dedicó a pedir ayuda económica en todo Rosario para lograr su sueño: conocer al General y regalarle un Bombo. Logra llegar a Europa, y después de varias idas y vueltas, se presenta el 17 de octubre de 1971 en la «Puerta de Hierro», residencia en España donde Perón vivió durante gran parte de su exilio. Al respecto, el Tula recuerda en una entrevista a Realpolitik.fm: «una cuadra antes empiezo a tocar el bombo. A Perón lo custodiaba la guardia del mismísimo Franco. Vino la guardia y me pregunta qué hacía. ‘Vengo a regalarle el bombo a Perón en el día de la Lealtad’ ¿Quién me estaba esperando? Perón y Rucci. Cuando lo vi a Perón me quedé boludo, se me aflojaron las piernas y quedé como taradito”.
Su primer mundial: Alemania 1974. Desde esa edición no se pierde ninguna Copa del Mundo. En la premiación de The Best, remarcó: «soy el primer bombo de todo el mundo. En Alemania 1974 comencé y desde entonces estuve en todos los Mundiales»
“La verdad es que me subí a un tren sin el pasaje y me tiré ahí con el bombo. El problema es que vino la policía a pedirme el boleto y yo no lo tenía. Entonces, le empecé a decir ‘Mundial, Mundial’, le mostré el pasaporte y me dejaron pasar la frontera. Después, en Alemania, me salvó un español que me llevó a informes y me pagó el boleto de colectivo hasta el pueblo donde concentraba la Selección. Ahí, ya me quedé con ellos. Así y todo no fue fácil porque la policía no entendía nada con el bombo y me lo querían sacar», explicó en entrevista con Clarín.
Uno de los máximos ídolos del Tula fue Maradona, a quien conoció y compartió varias anécdotas. En entrevista con Clarín, comentó: «cuando fui al Mundial de Corea Japón 2002 y me lo encontré a Diego en el piso 20 del hotel oficial, donde cantamos juntos la marcha peronista».