Con.Sumo.Cuidado es un proyecto nacido en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba y el CONICET, que busca brindar información sobre el consumo de sustancias psicoactivas para reducir potenciales riesgos y daños.
El equipo de investigación está conformado por doctores, licenciados/as y estudiantes de Psicología, quienes crearon un portal web en el que se ofrece información basada en evidencia científica para que las personas puedan tomar decisiones informadas y desarrollar prácticas saludables y de autocuidado.
Así, en https://consumocuidadoarg.com se puede encontrar información para quienes son mayores de edad y deciden consumir. Hay textos de fácil lectura sobre distintas sustancias y sus efectos a nivel cerebral, corporal, psicológico y conductual. También una guía de referencia sobre estrategias y pautas para reducir los potenciales daños, así como advertencias sobre cuáles no deberían mezclarse. El sitio también cuenta con un apartado que alerta sobre sustancias alteradas que circulan en el mercado, datos útiles como la ubicación de los centros de salud en Córdoba o dónde hacer testeos de enfermedades de transmisión sexual y brinda acceso a diversas publicaciones científicas sobre la materia.
¿Qué es la reducción de riesgos y daños? Se trata de un enfoque que abarca a un conjunto de políticas, programas e intervenciones que intenta reducir las potenciales consecuencias negativas resultantes del consumo de sustancias apuntando, principalmente, a que se cuente con la información necesaria para tomar decisiones responsables. Evidentemente, la manera más eficaz de evitar los potenciales riesgos y daños asociados al consumo de sustancias es no consumirlas, porque todo consumo acarrea riesgos, pero no se puede ignorar lo que sucede en la realidad. Desde la Reducción de Daños se entiende que las personas consumidoras son sujetos de derecho. ¿Con derecho a qué? a acceder a toda la información disponible, a poder decidir sobre su salud y a gestionar los riesgos y placeres asociados al consumo de sustancias como personas activas y absolutamente capaces de hacerlo, tanto de manera individual, como colectiva.
Tradicionalmente, el abordaje del consumo de sustancias psicoactivas y sus consecuencias se ha centrado en la prevención del consumo o en el tratamiento de las personas que ya han desarrollado un consumo problemático. Sin embargo, las cifras oficiales indican que casi la totalidad de las personas jóvenes y adultas han consumido alguna sustancia (legal o ilegal) alguna vez en la vida, pero que un bajo porcentaje (cercano al 15%) de quienes lo hacen, desarrollan un trastorno relacionado con su consumo y requieren tratamiento. Así, hay un amplio sector de consumidores (de hecho, la mayoría) en quienes la prevención ya ha fallado (porque ya consumen) y que no tienen problemas relacionados con el consumo, que no encuentran respuesta a sus necesidades en los abordajes disponibles. La reducción de daños surge como una alternativa para abordar el consumo de quienes consumen sustancias de manera recreativa, que no requieren tratamiento y que no están interesadas/os en dejar de consumir.
De esta manera, pensar y abordar el consumo de sustancias desde una perspectiva de Reducción de Daños implica reconocer lo siguiente:
- Las personas consumen sustancias y lo seguirán haciendo, y reconocerlo (y hablarlo) no implica fomentarlo.
- Consumir sustancias, no es sinónimo de tener problemas de consumo y existen diferentes formas de consumo que implican diferentes niveles de riesgo.
- La adicción no es el único problema asociado al consumo de sustancias. De hecho, gran parte de los problemas son de tipo agudo y prevenibles con la información y las herramientas adecuadas (pero para eso hay que empezar a hablarlo).
- El uso responsable de SPAs es posible, al igual que es posible practicar de manera responsable y segura otras actividades que pueden poner en riesgo la salud.