A contramano del resto del mundo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que Argentina será uno de los países con mayor caída de su PBI. Con un derrumbe del 2,6% respecto al último trimestre del año 2023.
Ambos indicadores fueron difundidos por el INDEC, dejando expuesto el “éxito” de la lucha contra la inflación. Aunque es cierta la caída y estancamiento de la inflación, los números del Producto Bruto Interno, sumado al creciente desempleo, muestran a las claras el fracaso del plan económico ultraliberal de Milei.
El informe del INDEC sobre el PIB muestra una caída interanual de 19,7% en la construcción y de 13,7% en la industria manufacturera. Sectores que representaron el mayor deterioro en el primer trimestre del año.
Hay que resaltar que la baja en la inflación se debe, en gran parte, a la pérdida de los salarios reales y de las jubilaciones, producida tras la última devaluación del peso, en diciembre pasado. Esto provocó una estrepitosa caída del consumo, lo que generó, a su vez, más despidos y recesión.
En lo que respecta al desempleo, la tasa de desocupación aumentó en los primeros tres meses del año un 7,7%. Pero en lo que respecta a las mujeres el desempleo creció a 8,4%, mientras que en los hombres es de 7%, lo que aumenta aún más la brecha salarial por género. Algo que ya venía deteriorado en nuestro país.
Para tomar dimensión de lo que sucede, el Banco Central refleja que durante el primer trimestre de 2024 se dieron de baja o dejaron de tener actividad casi 300 mil cuentas a sueldo. Con cifras récord de pérdida de empleo que no se veían desde la pandemia del Covid 19 en el 2020.
Milei está consiguiendo contener la inflación, pero a costa de mayor pobreza y mayor desempleo y menor consumo per cápita. Para tener una idea, la tasa de pobreza en el primer trimestre de 2024 creció a 51,8%, el consumo de la canasta básica cayó 2,8% y el consumo básico de alimentos (CBA) también sufrió una baja de 3,7%.
Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina, estimó que en el primer trimestre de 2024 la pobreza afectó al 55,5% de la población, mientras que la indigencia aumentó al 17,5%. Esto representa a 25 millones de argentinos que se encuentran por debajo de la Canasta Básica Total, de los cuales casi 8 millones de personas se encuentran en estado de pobreza extrema.
Estamos frente al trimestre con mayor crisis económica de la historia Argentina. En solo seis meses los índices de pobreza crecieron entre 11 y 13 puntos, en relación al porcentaje de pobreza e indigencia del último trimestre de 2023. La reducción de la inflación no se ve reflejada en una mejora de la calidad de vida de las personas y el gobierno no encuentra el rumbo. Si Milei no logra que haya crecimiento económico y que se reactive el comercio y la industria (algo difícil por su modelo ideológico de la economía), de poco o nada sirve la baja de la inflación.