En Córdoba existen una gran cantidad de iniciativas que buscan, a través de diferentes caminos, generar conciencia ambiental y colaborar en el conocimiento, cuidado y recuperación de la flora y fauna autóctona. Proyecto Peperina se ubica allí, entre las propuestas que buscan construir conocimiento de la tierra y sus riquezas.
La iniciativa está respaldada por el Ministerio de Coordinación a través de su Secretaría de Ambiente, en colaboración con la Cooperativa Flor de Laburo. Durante los períodos iniciales, se capacitó a más de 70 familias provenientes de Villa San Isidro, Villa La Bolsa, La Rancherita y Las Cascadas, Villa del Prado, San Esteban, La Paz y Las Rabonas. Además, se tiene previsto expandir el proyecto a otras zonas de la provincia en el futuro. Achiras y Alpa Corral se encuentran dentro de la tercera etapa.
Para conocer más sobre Proyecto Peperina hablamos con Matías Jaimovich, coordinador de Flor de Laburo, la cooperativa que lleva adelante esta propuesta ambiental.
Proyecto Peperina: un espacio de formación
En cada una de las localidades donde se llevó adelante esta propuesta, se les ha ofrecido a las familias una formación teórico-práctica centrada en el cultivo de esta planta aromática. Durante estas sesiones de capacitación, se abordaron temas relacionados con las características de la planta, su cuidado, técnicas de cultivo, cosecha y la elaboración de productos finales, aprovechando las propiedades tanto aromáticas como medicinales de la peperina. Cada una ha recibido plántulas listas para ser trasplantadas, junto con kits de herramientas y asesoramiento técnico que les permitirá iniciar el desarrollo de sus propias unidades de producción familiar.
“Un proyecto de triple impacto”
El propósito principal de esta propuesta es, según Jaimovich, estimular la economía local y, al mismo tiempo, reducir la extracción de peperina en su entorno natural, por lo tanto tiene un impacto ambiental, social y económico.
Proyecto Peperina, en primera instancia, permite potenciar el desarrollo del “trabajo familiar y comunitario”, lo que a su vez genera “un impacto económico, brindando la posibilidad de generar pequeños emprendimientos productivos e incorporando valor agregado a la plantación de peperina”. En vinculación con las posibilidades que brinda a los grupos que se incorporan en el proyecto, Matías agrega que: “desde el aspecto económico, este proyecto le brinda la oportunidad de desarrollar trabajo a 10 familias que conforman la cooperativa Flor de Laburo, integrada por personas que habitan villas en la ciudad de Córdoba y que enfrentan una realidad sociocultural y económica muy cruda. Es muy importante para nosotros generar un impacto económico y social en las familias productoras de los plantines”.
Pero sobre todo, Proyecto Peperina es una iniciativa arraigada al medio ambiente, en una región tan importante para la provincia como lo es su serranía. Según Matías, se trata de “una forma no solo de concienciar sobre el monte nativo en general, sino también de regenerar esta planta a través de la producción familiar”. La idea, como nos comentó, es generar “un proceso de domesticación para que la peperina silvestre restante pueda continuar su curso”. De esta manera, se busca proteger estos cultivos “no solo de la extracción ilegal, sino también de la destrucción del escaso monte nativo que queda en la provincia, debido a situaciones de desarrollo inmobiliario, loteos ilegales, desmontes ilegales, etc.».
Además, Jaimovich destaca la importancia social que tiene el proyecto: “el impacto social se centra en esta posibilidad de generar visibilidad y conciencia sobre la situación de la peperina silvestre en nuestra provincia y de permitir que las familias puedan tener sus pequeñas producciones».
Este proyecto adquiere relevancia en un contexto donde la tierra está siendo arrasada por el desmonte en nuestro territorio. Jaimovich explica: “La realidad ambiental de la provincia es tristísima. Estamos siendo testigos de una destrucción casi total de los pocos ambientes naturales que nos quedan, con muy poco margen de acción ante la monstruosidad de los avances inmobiliarios y agrícolas. Entendemos que este proyecto es una pequeña forma de resistir y luchar al revalorizar una planta tan emblemática de nuestra provincia».
De este modo, la Secretaría de Ambiente busca promover modelos de cultivo sostenible de esta planta autóctona, como parte de una estrategia integral para conservar y proteger la rica biodiversidad que se encuentra en Córdoba.