La purificación del agua es un campo en constante evolución, donde la ciencia y la innovación tecnológica buscan soluciones cada vez más precisas y eficientes. En este contexto, un equipo de investigación de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Famaf) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) está desarrollando un nanofiltro inteligente que promete cambiar las reglas del juego.
Este dispositivo no solo es capaz de filtrar contaminantes como bacterias, metales pesados o minerales, sino que también puede sensar en tiempo real la calidad del agua y adaptarse automáticamente para retener selectivamente aquellos elementos no deseados.
Tecnología de vanguardia al servicio del agua potable
El corazón del desarrollo es un compuesto especial generado a partir de grafeno y óxidos metálicos, cuya combinación estratégica permite potenciar sus propiedades físico-químicas. Estos materiales, ampliamente utilizados en medicina y remediación ambiental, fueron modificados por los investigadores para habilitar una función dual: sensado y filtrado.
Gracias a un microchip integrado con inteligencia artificial, el nanofiltro puede analizar variables como el voltaje, pH, temperatura y salinidad del agua para identificar contaminantes específicos. Además, el uso de machine learning le permite aprender de los datos históricos y autorregularse frente a cambios inesperados en la composición del líquido, asegurando una purificación óptima en todo momento.
“Estamos construyendo una base de datos que nos permita identificar todo lo que puede encontrarse en el agua. El objetivo es que el filtro reconozca patrones y pueda actuar incluso frente a contaminantes nuevos, de los cuales no tenga registros previos”, explica la directora del proyecto, Noelia Bajales Luna.
Este desarrollo forma parte del catálogo 2024 de UNC Innova, el programa organizado por la Secretaría de Innovación y Vinculación Tecnológica de la UNC. Este certamen reconoce las propuestas más innovadoras de base científico-tecnológica, promoviendo su transferencia al sector productivo y la sociedad.
El proyecto es una extensión del emprendimiento Cianoclean, también incubado en la UNC, que busca aportar soluciones para el agua de consumo humano contaminada con cianobacterias u otros microorganismos. Según Bajales Luna, la interdisciplinariedad y la formación en programas como i-Teams fueron clave para convertir el conocimiento científico en una herramienta práctica.
“i-Teams me permitió capacitarme en modelos de negocios, formación de equipos de alto rendimiento y la búsqueda de financiamiento. Esto es fundamental para que el proyecto tenga viabilidad fuera del ámbito científico”, señala la investigadora.

Hacia una plataforma portátil y versátil
La meta del equipo es lograr que el nanofiltro sea portátil, fácil de aplicar y con propiedades antimicrobianas. Su flexibilidad lo hace apto para ser utilizado en sistemas de purificación de agua a distintas escalas, desde el consumo domiciliario hasta aplicaciones industriales o mineras.
Si este desarrollo alcanza la madurez tecnológica necesaria para su producción masiva, podría convertirse en una solución clave para mejorar el acceso al agua segura, especialmente en regiones con altos niveles de contaminación hídrica.
Este nanofiltro inteligente no es solo un avance tecnológico, sino también un ejemplo del compromiso de la Universidad Nacional de Córdoba con la innovación y la transferencia de conocimiento. A través de programas como UNC Innova e iniciativas como i-Teams, la universidad reafirma su rol como referente en ciencia y tecnología, conectando sus desarrollos con el sector socioproductivo y aportando soluciones concretas a problemas reales.
Desde Córdoba, ciencia e innovación trabajan juntas para construir un futuro más sustentable y saludable para todos.