La idea nació hace unos años ante la necesidad de contar con una cancha de fútbol en el barrio. Los jóvenes organizados limpiaron un predio que era un basural a cielo abierto y lo convirtieron en un potrero.
El primer paso de esta experiencia organizativa fue la creación de una escuela de fútbol para invitar a jugar a todos los chicos y chicas de la zona.
Con la llegada de la pandemia y ante la necesidad de contar con un trabajo digno, los jóvenes tomaron su pasión por el fútbol y decidieron hacer sus propias pelotas. En una primera etapa, los balones eran cosidos a mano, lo que les arrojaba resultados irregulares. Luego de conformarse como cooperativa de trabajo y tras un proceso de tecnificación y especialización, consiguieron elaborar pelotas con el peso y el pique de los estándares FIFA.
Actualmente, la cooperativa está integrada por 10 miembros y han alcanzado una capacidad de producción de 200 pelotas mensuales, lo que les permite insertarse en el mercado para proveer tanto al sector público como al privado.
En el acto de apertura del local comercial participaron algunas personalidades de la sociedad cordobesa, entre ellos quienes tomaron la palabra fueron el viceintendente de la ciudad, Daniel Passerini, Lucas Bruno, referente del Movimiento Evita, espacio vinculado a la economía popular y al trabajo cooperativo y Mariano Lorenzo, actual Legislador provincial, entre otros.