En agosto de 2022, la Municipalidad de Córdoba puso en marcha un programa de Modernización de Medios de Trabajo para Recuperadores Urbanos, con dos objetivos: mejorar las condiciones laborales de los trabajadores que realizan carga y traslado de materiales usando la tracción a sangre como medio de movilidad. El segundo objetivo es la protección de los animales.
Para esto, desde la Dirección de Gestión Socioambiental del Ente Córdoba Obras y Servicios (COyS), se realizó un relevamiento con un equipo interdisciplinario para construir el mapa de esta población. «El censo nos permitió contar con mucha información para diseñar mejor la política pública que queríamos implementar, sobre todo teniendo en cuenta que gestiones anteriores también habían intentado impulsar algunas iniciativas para este sector que fracasaron. Y eso para mí tiene una explicación concreta: estaban diseñadas bajo el lente de la protección animal, pero eran muy descuidadas de la protección de la vida de las personas. Y bueno, nosotros invertimos en esa ecuación», explica Miguel Magnasco, Director de Gestión Ambiental del COyS.
La primera etapa del programa consiste en capacitaciones de oficio y alfabetización, en la que, hasta ahora, participaron 183 recuperados urbanos. Luego, y considerando que la última fase del programa consiste en la entrega de una motocarga, los beneficiarios obtuvieron sus licencias de conducir. Durante el proceso, desde el COyS también llevan a cabo operativos de vacunación y de consultas médicas para quienes lo necesitan. «Todos los trabajadores que pasan por el programa salen con certificaciones de sus estudios, con mejoras médicas y con su licencia de conducir para poder manejar el vehículo que les entregamos», explica Magnasco.
La siguiente etapa es la entrega voluntaria del caballo. Al momento, ya se han recuperado 92 animales, una cifra sin precedentes en el país. Cada caballo queda bajo el cuidado de instituciones públicas y organizaciones proteccionistas con las que se firmaron convenios, para que sean recibidos y cuidados de manera adecuada. Luego, los animales recuperados entran en un programa de adopción responsable por parte de particulares, que puedan acreditar los medios para su tenencia y cuidado. Hasta abril, se habían adoptado 23 caballos. «Nosotros no tuvimos que obligar a nadie a que nos entregue su caballo. Todas las entregas son voluntarias. Por supuesto que es un requisito del programa. Para recibir tu moto tenés que entregar tu caballo, pero jamás nos encontramos en una situación de negatividad, ni de que un trabajador nos dijera ‘ustedes me están sacando’. Al contrario, lo hacen con toda convicción. El cambio estructural que generó este programa fue que en vez de perseguir a los trabajadores, ellos voluntariamente acompañaban el proceso. Y eso se dio en la medida que como Estado cumplimos lo que dijimos», añade el director de Gestión Ambiental del COyS.
La última instancia del programa es la entrega del vehículo eléctrico a cada recuperador. Se trata de una motocarga de la marca Sunra, modelo King Kong, que puede transportar hasta 262 kilos con una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. Los vehículos son cedidos por el COyS bajo el formato de donación con cargo, mientras exista el vínculo basado en la recolección y traslado de residuos al Centro de Transferencia de Residuos de la Municipalidad. «Lo que ocurrió fue un proceso inédito de fortalecimiento de las condiciones de trabajo de este sector de recuperadores urbanos. Concretamente, quienes ya recibieron su moto y pasaron por todo el proceso están ganando el doble o el triple de ingresos, están insertos en un circuito de economía circular. Se van a inscribir como transportistas y operadores oficiales de la economía circular, certificados por el Instituto de Protección Ambiental y Animal. Su labor está formalizada, reconocida y fortalecida», indica Miguel.
Proyecto de Eliminación de la Tracción a Sangre
En el marco de este programa, se envió al Concejo Deliberante un proyecto de eliminación de tracción a sangre, que remarca la importancia de la creación de programas que fomenten la entrega voluntaria de los animales al municipio a cambio de que este coopere con los y las ciudadanas, en miras a generar oportunidades de ingreso de dinero genuino y alineado con la normativa vigente en materia de derecho animal.
«Lo que hace el proyecto es eliminar la tracción a sangre para el acarreo de residuos y demás materiales en todo el eje urbano de la ciudad de Córdoba, y les da a los trabajadores un plazo de un año de adaptación desde que se promulgue la ordenanza, pero también obliga al Estado a poner a disposición este programa, para que todos estos trabajadores tengan la posibilidad de pasar por este proceso de fortalecimiento de sus condiciones, de tomar nuevos aprendizaje, de capacitarse, de aprender a leer y escribir, de sacar su licencia y, finalmente, acceder a su nueva herramienta de trabajo para cargar residuos», explica Magnasco.