Noy es un artista difícil de clasificar. A lo largo de su carrera ha sido poetx, actorx, productorx, cantante, escritorx, performer, dramaturgx, letristx, dibujante, intérprete, y hasta ha representado artistas. Su figura es un símbolo del under porteño. Con su irreverrencia supo brillar en escenarios como los del Parakultural o Cemento, junto a Humberto Tortonese, Batato Berea y Alejandro Urdapilleta.
Hoy, con 70 años y mil vidas vividas en una sola, llega a Córdoba para participar de las actividades que la Biblioteca Córdoba organizó en homenaje a los 50 años de la partida de Alejandra Pizarnik, quien fuera su amiga íntima. Así, el lunes a las 19 hs realizará una escenificación y lectura de los textos de la famosa poetisa. El martes a las 17:30 será el oratorio Pizarnik, un abordaje de los textos de Alejandra a partir de un enclave performático y poético. Finalmente, el martes a las 19 hs presentará Enjambre Poético, su nuevo libro, acompañado por Florencia López de la editorial El Brote, Griselda Poe, directora de la Biblioteca Córdoba, y el poeta Leandro Calle. Todas las actividades son con entrada libre y gratuita.
– Venís a Córdoba a presentar tu libro y coincide con los cincuenta años de la partida de Pizarnik ¿Cómo lo vivís?
– Yo pienso en el fondo que no es mera coincidencia que, por un lado, Flor López y El Brote me hayan invitado y elegido mi libro, y a la vez que Gri Poe, esa poeta encantadora, ese ser tan fascinado por la obra de Alejandra, llevara más o menos un año organizando esto, y que justo ambas cosas coincidieran. Hay detrás como una ofrenda también de parte de Alejandra para mí que soy feliz al difundir todo lo que se pueda de su obra. Yo lo vivo entonces así, como una recíproca recompensa, aunque ella no necesite de mí. Puede prescindir de cualquiera, como siempre lo hizo, porque en ese aspecto nunca fue una poeta, ni una mujer, ni un ángel, sino más bien un andrógino conformista.
– Conociste mucho a Alejandra y a su poesía, medio siglo después sigue vigente ¿Por qué creés que ocurre?
– Sí, medio siglo después. Yo creo que siempre es futura Pizarnik, o sea, ayer es mañana para su enorme e increíble producción. Siempre está atrás Alejandra con su poesía invulnerable. Yo la describiría como un faro o una antorcha inmensa, eternamente encendida sobre cada uno de sus poemas, rutilando y renaciendo a cada instante. Imposible describirla a ella con palabras de este mundo, creo. Pero sí sus ojos, esa mirada hipnotizante, dorada, esmeralda, y también ese jadeo cuando hablaba. Puedo acercarme un poco, pero no me da mi propia poética para describir un rayo incesante como es ella hasta hoy.
Enjambre Poético es el nuevo material de Noy y está producido por la editorial cordobesa El Brote. Contiene poemas selectos de toda su obra, con correcciones del propio Fernando específicamente para esta publicación. Es un libro muy íntimo y, a la vez, renovador, para un artista que sigue escribiendo su leyenda.
– Has publicado libros, has conducido en televisión, has hecho obras de teatro ¿Qué te motivó ahora para lanzar una selección de poemas y hacerlo con una editorial cordobesa?
– Mirá, cuando conocí a Flor López me pasó algo extraño. Yo soy reacio a la edición de mis textos, no he tenido buenas experiencias con el tema editorial digamos. Pero con Flor ocurrió un clic, una cosa extraña. Yo vi pulsaditas y sentí, vibré, porque todo poeta tiene algo de profeta, ¿no?, de adivino, algo oracular el poeta trae en sí. Bueno, yo escuché esa especie de alerta que me decía “con ella podrías, si estás en buenas manos como las de Flor López no te vas a sentir mal”. Y este es un caso, por eso quiero celebrarlo especialmente. Porque lo que más me importa es que lo lean todos ustedes, los que van a tener el material después. Como mis poemas son todos tal para cual, van todos de la mano, son como nubes de un mismo cielo, peces de un mar ardiente, los fuimos eligiendo al azar. Flor agregó uno, yo me acordé de otro que me gustaba, y así. Después hice correcciones para actualizarlos, en el sentido de alguna imperfección que siempre uno encuentra.
Escuchar a Fernando, es como presenciar una obra. Las palabras le surgen a borbotones, mientras va y viene por anécdotas y recuerdos de personajes con los que es posible ilustrar la historia latinoamericana de las últimas décadas.
– ¿Qué pensás que está viviendo la poesía actualmente?
– Los nuevos poetas son innumerables, pero también hay mucha poesía “pour la galerie”, poesía de moda, poesía que yo llamo transgénica. Creo que hay que tener cuidado con la poesía como moda, como estirpe de un origen que no es tal, porque la poesía es más que nada un vértigo sagrado.
– ¿Qué creés que urge decir en este momento?
– Pienso que lo que siempre tenemos que seguir llevando adelante como consigna es la libertad absoluta en la creación y la certeza de que lo que estamos haciendo es puramente una ofrenda en el altar del poema, sin otra interferencia, porque si manejamos ese esplendor siempre estaremos fascinando y fascinados. Y ese éxtasis es imposible de transmitir si no es verdadero. No hay maquillaje para para el asombro. Quiero que sigamos creando de verdad, perdidos en el laberinto alado con alas de todas las musas, pero de verdad.