Hace unos años, un grupo de jóvenes iniciaba de manera colaborativa la producción de una revista poética: La Niebla. Cada número reunía escritos propios y de poetas de distintos lugares del país. Se imprimía en papel, se promocionaba por redes, de boca en boca y con algunas intervenciones gráficas, y para adquirirla había que contactarse y convenir un lugar de entrega.
Luisina Arrieta vino de Cosquín a Córdoba para estudiar Letras. Además de ser una de las iniciadoras de aquel proyecto, fue quien lo sostuvo en el tiempo y lo hizo mutar. Pasada la pandemia de Covid, comenzó a trabajar leyendo para una persona mayor no vidente y fue así que descubrió un mundo que la apasionaba: la lectura. Recurrió a La Niebla pero esta vez para transformarla en una plataforma digital, un canal donde grabar poemas, cuentos y libros para que los escuche quien quiera y de manera gratuita.
«Compré un micro, armé una plantilla bien simple para armar los videos y abrí el canal de YouTube. Un poco de contrera, renegando de esta exigencia de que todo debe tener una cara, una pose. El poema tiene vida y la voz le da cuerpo, no hace falta la cara de alguien. Para eso están las lecturas, donde además de caras hay cuerpos y se da otra cosa con la presencia de todos en un espacio concreto. La poesía siempre es una experiencia potente, como muchas cosas, si una se aproxima con atención y apertura, la apertura sensible y animal» comenta Luisina.
En YouTube se la puede encontrar buscando Revista La Niebla. Desde hace un año que se cargan videos y ya hay más de 50 publicaciones para escuchar. Algunas no llegan al minuto y otras duran media hora. Todas con acento cordobés.
«Me mueve compartir poesía. Ese estado epifánico en el que te dejan los textos cuando te tocan, cuando te sacuden, o te hacen temblar. Creo que la experiencia íntima de los poemas, cuando es compartida, puede ser un puente. También es una excusa para acercarme a los demás, para compartir, para ponerme en contacto. Algunos con un meme, una anécdota, una noticia de mierda, la música. Todos lo hacemos porque necesitamos de los otros, ¿no? Y a mí la poesía es algo que me sostiene, que me lleva y me trae de una forma que me gusta, adentro mío pero también con los otros. Creo que es una estrategia de supervivencia. Y una forma de ocuparme con algo que me gusta y me divierte, que me hace escribir. Pienso que a veces y últimamente se hace difícil estar «en contacto» y elegir de qué manera puedo acercarme a los otros de una forma piola es un ejercicio que me hace vivir mejor.»
Para Luisina la experiencia de leer para otro fue reveladora. En su momento fue por trabajo, hoy lo hace solo por vocación. No obstante, al hacerlo de manera pública, las interacciones son más: «hay una parte hermosa que es el feedback. Las respuestas. Los comentarios de las personas, las nuevas recomendaciones, cómo reverberan los textos en los demás, los puentes que se construyen, que dejan de ser posibilidad y se concretan en intercambios. Tengo un canal de difusión por whatsapp y comparto por instagram, traicionando el deseo inicial de andar por fuera de esos mundos, pero la realidad es que ahí encuentro escucha y la devolución de los otros, que me parece vital.»
El proyecto está en pleno crecimiento se proyecta hacia adelante: «Para el futuro imagino una biblioteca de audio libros. Con ficciones, ensayos, de todo. Libros que hablen sobre oficios manuales, sobre los yuyos, sobre las huertas, el alimento. Libros de cuentos. Libros raros. Me encantaría que seamos más leyendo.»