El gobierno municipal de la Ciudad de Córdoba está atravesando un período de cambios importantes. Promedia la mitad del mandato de Daniel Passerini y coincide con un año electoral, cambios en el gabinete y conflictos gremiales. En este contexto, tuvimos una entrevista en profundidad con uno de los principales alfiles de la gestión, el secretario de Participación Ciudadana y Juventud, Juan Domingo Viola.
Juan Domingo es el segundo de seis hermanos de una familia muy vinculada a la política cordobesa. Fue concejal durante los años de gobierno radical, y luego desembarcó en el Ejecutivo Municipal junto a Martín Llaryora. De su Secretaría dependen todos los CPC, así como el área de juventud, lo que le da un gran despliegue territorial, con conocimiento y vínculo con los distintos barrios de la ciudad. Una voz autorizada para hablar sobre la actualidad del municipio, el sentir del cordobés y algunas cuestiones políticas.
– Buenas tardes Juan, inevitable empezar esta charla sin tocar el tema del momento ¿Cómo fue el reajuste que se dio en el Municipio luego de que el intendente solicitara la renuncia a todos los funcionarios?
– Cuando tenés que resolver las cuestiones básicas del municipio, producto de una crisis económica que se lleva al principal recurso que tiene el municipio que es comercio e industria, que son los tributos que se basan en la actividad económica, ves restringida naturalmente tu fuente de recursos. Además, tenemos una restricción por parte del Gobierno Nacional a los subsidios del transporte, así como un freno a la obra pública. Cuando te enfrentás a eso, tenés que adaptar las estructuras de gobierno a la realidad, un Estado más pequeño, pero no por eso menos eficiente.
Nosotros consideramos que el Estado tiene que estar presente y la comunidad organizada, que hace falta tanto privado como se pueda y tanto Estado como sea necesario. Y en un momento de crisis y de restricciones, el Estado es necesario y tiene que hacerse de manera eficiente, así que estamos en ese rearmado.
– Además de participar de un espacio militante, hoy tenés a cargo todos los CPC, tenés vínculo, de una manera u otra, con un montón de los barrios de la ciudad ¿Qué se escucha de la gente? ¿Qué demandas te están llegando?
– Vemos la necesidad de hablar con la gente. Muchas veces los grandes medios te hacen llegar, sobre todo de Buenos Aires, una opinión acerca del funcionamiento de algo. Yo lo veo con personas allegadas a mí, que te dicen: «no, porque tal problema” y es un problema que pasó en un barrio de la ciudad de Buenos Aires. La realidad de Córdoba es otra, por lo tanto la lupa con la que se tiene que ver la realidad de Córdoba tiene que ser la local. Por eso vemos la necesidad de hablar mucho con la gente, de contarle cuál es la situación nuestra, cuál es la situación de nuestra ciudad, cuál es la situación de la provincia. Nosotros ganamos la ciudad, ganamos la provincia, y hubo cambio de gobierno a nivel nacional. La gente ratificó lo que venimos haciendo en la ciudad, ratificó y revalidó lo que venimos haciendo en la provincia, pero sí se nota un cansancio de la gente para con la política.
– ¿Y eso cómo lo ves?
Nosotros estamos convencidos de que ese discurso. que es un discurso incluso hasta veces de odio, de bronca, de resentimiento, de reacción, muy fogoneado desde algunos lugares, es un discurso que beneficia a los poderes. Eliminar el Estado es eliminar el manejo de lo común. En general los Estados surgieron, con la identidad liberal, para lo que tiene que ver con el manejo de la fuerza, que el más fuerte no se coma al más débil, que no sea la ley de la selva. Eso desde el origen liberal. Los que tenemos una visión más social, más comunitaria, creemos que es para otra cosa, pero también para eso. Entonces, Estados más débiles, más raquíticos generan que el más fuerte se coma al más débil. Es decir, el beneficio de los más poderosos sobre los que menos tienen.
En definitiva, creo que el cuestionamiento al rol del Estado, viene siendo a los fines de poder hacer que esos sectores avancen, avancen en Argentina, se queden con Vaca Muerta, se queden con el litio, se queden con las empresas nacionales, se queden con los recursos estratégicos. Es un cuestionamiento no para hacer que el Estado sea más eficiente, sino para eliminar el rol del Estado de igualar, de generar equidad, de cuidar los recursos y de generar que los argentinos podamos vivir en armonía, en paz y en comunidad.
– Se te escucha hablar de teoría, de doctrina, presidís un Instituto que se dedica a la formación de cuadros ¿Cuál es la importancia de la formación?
– Yo creo que hay algo que han tenido, no el gobierno de Alberto, sino los gobiernos anteriores, y sobre todo el gobierno de Milei, es que ponen la discusión en términos ideológicos. La verdadera discusión que te plantea Milei es ideológica. El tipo dice, «Nosotros somos liberales», en realidad ni siquiera son liberales ideológicos dogmáticos o doctrinarios, sino que tienen un liberalismo hasta te diría bruto. En ninguna sociedad se da lo que ellos plantean y ni siquiera ellos lo vienen haciendo. Porque de eliminar el Banco Central no existió nada, todavía estamos esperando los vouchers para la educación que prometieron, toda esas cuestiones ridículas y absurdas que plantearon no hicieron nada. Creo que se dieron cuenta de cómo funciona la economía, el Estado… vinieron a aprender. Y lamentablemente están aprendiendo a costa nuestra, a costa del jubilado, a costa de la educación argentina, a costa de la salud de los argentinos. Cuentan todavía con un paraguas de protección mediática para la cantidad de cosas irracionales que están haciendo y que tan mal le hacen a la a la sociedad argentina.
Entonces, creo que plantean la discusión en términos ideológicos y la respuesta tiene que ser ideológica. Y creo que en la capacitación, en la formación, en no dejar los valores cuando te toca estar sentado en una silla de decisión, está la coherencia, el progreso y poder hacer que las cosas funcionen bien. Por eso es importante apostar siempre a la formación de cuadros, no solo ideológica, sino también la formación en experiencia de gestión. No es lo mismo alguien que sabe gestionar, que sabe gobernar, que alguien que viene a aprender cómo hacerlo ¿por qué? Porque costo en el bienestar de nuestra gente es más alto.
– Año electoral este 2025, tu nombre y el de tu espacio siempre se mencionan ¿Qué se viene?
– Hoy estamos en una situación en la que hay que hacer que el barco de la Municipalidad, conducido por Passerini puede dar respuesta a los cordobeses. Ese es el esfuerzo central. Nunca apartamos la discusión política, pero en este momento lo central es la gestión. También creo que en la lista de Hacemos Unidos por Córdoba tienen que estar todas las voces representadas.
– ¿Cómo ves la Municipalidad que dejan de acá a dos años?
– Siempre los primeros años son de acomodo, de reacomodo, de ir ajustando determinadas cuestiones, y por lo general los últimos dos años son de consolidación de lo planificado. Es como cosechar después de lo sembrado. La verdad que se vienen haciendo bien las cosas como para que quede ordenada y bien. Estamos haciendo 800 cuadras de asfalto, redes cloacales, mejorando el sistema de salud y muchas otras cosas que mejoran directamente la vida de los cordobeses. Nosotros partimos de una gran gestión como la de Martín que recuperó la ciudad, recordemos que hasta entonces se discutía la viabilidad de un municipio como el de Córdoba. Bueno, hoy tenemos un municipio ordenado, que brinda servicios y que da respuestas.
El Papa y la Economía Popular
– Para sacarte un poquito de lo de siempre. Venís de una familia religiosa ¿Qué significó para vos el Papa Francisco?
– Un conductor. Para quienes hacemos política y, sobre todo, hacemos política desde lo comunitario y lo social, fue un conductor. Un conductor de la iglesia y de los procesos sociales y comunitarios. El Papa planteaba que nadie se salva solo, que es en comunidad. Planteaba la necesidad de tener una política que piense en la gente, que se construya de abajo hacia arriba. Planteaba que la Iglesia tenía que volver a pensar en los más humildes y los más necesitados, que tenía que predicar con el ejemplo. Siempre hizo un planteo profundo con la idea de comunidad y del rol social que tiene cada uno. Qué tengo yo para entregarle a esta sociedad, a esta comunidad, y no qué me llevo. Fue una guía a seguir, que depurado de toda nuestra coyuntura, vemos claramente que fue el argentino más importante del siglo.
– Nosotros somos una cooperativa de trabajo, queríamos saber cómo encaja en tu visión política, esta clase de procesos, también llamados de la economía popular.
– Yo creo que los procesos de organización cooperativa tienen que potenciarse y profundizarse, con apoyo del Estado, pero también por fuera del mismo. El Estado puede ayudar y apuntalar a esta clase de organización del trabajo y de las personas a desarrollarse. Nosotros desde la gestión, armamos un programa que básicamente es hacer obras y brindar servicios públicos a través de cooperativas, en lo municipal. Con esto hemos hecho obras de centros operativos, bacheo, cordón cuneta y más. Siempre con la idea de apoyar la organización del trabajo de abajo hacia arriba, y a un montón de cordobeses que tienen ganas de hacer cosas.
En estos momentos tan difíciles en los barrios, yo creo que este tipo de uniones puede hacer también que se vaya saliendo, que se den algunas respuestas. Dos cabezas siempre piensan mejor que uno, y si además ponen hombro con hombro, va a haber más fuerza, más formas de pechar.