Córdoba ostenta uno de los mayores ejidos urbanos del país (sólo por detrás del Gran Buenos Aires), y lejos de representar este hecho un privilegio, son numerosas las problemáticas que genera en diversos aspectos, entre ellas, las medioambientales. El crecimiento de la ciudad conlleva, necesariamente, la responsabilidad de que en su trazo urbano se consideren los espacios verdes como prioridad, ya sea para esparcimiento, ocio o como pulmón verde.
Con esta finalidad, más de 30 organizaciones socioambientales, cooperativas, vecinos y emprendimientos de Córdoba vienen llevando adelante una propuesta fundamental para la vitalidad de todos los vecinos: “ampliar la única reserva de la ciudad”, ubicada al noroeste de la capital provincial. Actualmente abarca una superficie de 114 hectáreas, enmarcadas por el Río Suquía y el Canal Maestro Sur. Si el proyecto es aprobado, se anexarían 51 hectáreas que limitan al oeste, lo que implicaría un gran beneficio para Córdoba.
Para conocer algunos aspectos de esta iniciativa hablamos con Rita Stanislav, de la Asociación de Amigos de la Reserva San Martín, quien nos comentó: “la campaña #AmpliemosLaReserva surge de movilizar a distintas organizaciones socioambientales para que se trate el proyecto que hemos presentado de ampliación de la Reserva en el Consejo Deliberante, y que lamentablemente está cajoneado desde mayo de este año. Además, el 30 de noviembre vence su estado parlamentario. De ahí el apuro para que el oficialismo ponga consideración el tratamiento de ese proyecto de ordenanza que fue gestado por los vecinos”. Con la propuesta presentada, la Reserva San Martín podría expandirse en un 50%, sumando además 3 lagunas sumamente vitales para la conservación de la flora y fauna autóctona.

Son muchos los argumentos que dan cuenta de la importancia de que este proyecto sea aprobado. Entre ellos, se puede mencionar: el resguardo a la biodiversidad local amenazada (por el crecimiento de la ciudad, la multiplicación de los countries y los numerosos incendios de los últimos años), mayor filtración del agua y disminución de la contaminación hídrica, absorción de emisiones de gases de efecto invernadero, y la suma de espacios de recreación y educación para todos los ciudadanos, entre otros beneficios ambientales y climáticos.
“El riesgo está en que en esa zona, en vez de ampliarse la reserva, se realicen obras viales y proyectos de desarrollo inmobiliario. De hecho sabemos que ya hay presentados proyectos para realizar torres y demás emprendimientos”, explica Rita Stanislav.
Frente a esta urgencia, Amigos de la Reserva, en coordinación con decenas de organizaciones, presentaron en el Consejo Deliberante de la ciudad el proyecto para poder concretar esta ampliación. “Ese proyecto lo venimos presentando desde el año 2017. El año pasado se volvió a presentar, y ahí lo tomó la izquierda, pero nunca llegó a estado parlamentario. Este año lo tomó el concejal Ricardo Piolea del Frente Cívico, pero hasta que el oficialismo no lo ponga en tratamiento en Comisión ese proyecto sigue cajoneado”.

Rita comenta además que la situación con el Estado es bastante conflictiva. “La respuesta por parte de las autoridades siempre fue bastante patética” sentencia, marcando entre los motivos el hecho de “ningunear” el proyecto: “una cosa es que se trate y te digan que no, pero otra cosa es que directamente ni se ponga en discusión. Por otro lado el intendente ha recibido hace poco a gente de distintas organizaciones, donde se le planteó que no se quieren obras viales en esa zona. Él aseguró que no se harían, pero nosotros vemos que hay agrimensores trabajando, que se han corrido alambrados, y tenemos serios miedo de que realmente se esté avanzando con obras viales. Nosotros no sabemos bien qué es lo que se quiere hacer en esa zona, y por eso la idea de juntarnos para exigir que se haga lo que quiere la gente”.
Esta sospecha de los vecinos marca la urgencia de que este tema sea abordado: “de ahí nuestro apuro para que se trate ese proyecto y se logre la ampliación de la reserva y la incorporación de todas esas lagunas, y que todos esos espacios queden incorporados al patrimonio natural de la ciudad”.