El Ministerio de Salud de la Nación ha ejecutado un fuerte recorte en su planta de trabajadores, con la decisión de despedir al 40% del personal de la Dirección de VIH y al 30% de la Dirección de Vacunas. La medida, implementada bajo la gestión de Mario Lugones y el gobierno de Javier Milei, ha generado una ola de críticas y preocupación en el sector sanitario, que advierte sobre el impacto negativo en la salud pública.
Distintas organizaciones, como la Fundación Huésped y el Frente VIH, Hepatitis y Tuberculosis, han manifestado su preocupación por los despidos masivos. En un comunicado, la Fundación Huésped denunció que la decisión «afecta gravemente la capacidad y el alcance de ambas direcciones» y exigió información sobre cómo se garantizará su funcionamiento.
Desde el Frente VIH, Hepatitis y Tuberculosis señalaron que los trabajadores despedidos son profesionales con una amplia trayectoria en la respuesta a estas enfermedades y advirtieron que el recorte se suma a los más de 1.400 despidos que está ejecutando el Ministerio de Salud.
Impacto en la salud pública
Las organizaciones alertaron que, en un contexto donde los diagnósticos de VIH y tuberculosis siguen en aumento y las hepatitis virales siguen siendo prevalentes, el desmantelamiento de estas direcciones «resulta criminal». Explicaron que estas reparticiones no solo gestionan la adquisición y distribución de medicamentos y tratamientos en todo el país, sino que también planifican y ejecutan estrategias de prevención y estudios epidemiológicos que permiten diseñar políticas de salud eficaces.
En el caso de la Dirección de Vacunas, los despidos comprometen tareas clave como garantizar la calidad de las vacunas, responder ante emergencias sanitarias, capacitar a los equipos de salud y mantener la equidad en el acceso a la inmunización a nivel nacional.
Reclamos y respuestas oficiales
Los trabajadores afectados ya habían alertado sobre la posibilidad de despidos a mediados de enero, cuando sus contratos fueron renovados solo por 15 días, hasta el 31 de enero. Ahora, con la confirmación de las desvinculaciones, han comenzado a movilizarse para exigir la reincorporación del personal despedido.
Mientras tanto, desde el Ministerio de Salud defienden la medida, argumentando que las desvinculaciones responden a la «duplicación de tareas» y la «falta de funciones e inasistencias injustificadas» en algunas áreas. Sin embargo, gremios y especialistas sostienen que esta justificación no es válida, ya que muchas de las funciones desempeñadas por los trabajadores despedidos son fundamentales para garantizar la continuidad de programas de salud esenciales.
El recorte de personal en el Ministerio de Salud representa un golpe significativo para la estructura sanitaria del país, afectando directamente a programas que garantizan el acceso a medicamentos y vacunas para millones de personas. Las organizaciones sanitarias y los trabajadores continúan denunciando la gravedad de la situación y exigiendo respuestas concretas sobre cómo se garantizará la continuidad de estas políticas públicas en el futuro inmediato.