Guadalupe Pedraza es periodista, crítica, investigadora y agitadora de públicos. Mes a mes nos va a estar comentando lo mejor de la escena teatral de la provincia de Córdoba. Pura emoción y obsesión escénica en modo Cuchá. A continuación, las primeras recomendaciones para agosto.

Ánimo Cardom, 2 y 3 de agosto en El Cuenco
Desde una sensibilidad aguda, la obra construye un estado que no se explica, se habita. Afecta. Remueve. Despierta ensoñaciones de paisajes norteños, de luchas antiguas, de vínculos amorosos que quizás existieron, o existen aún, en algún lugar del cuerpo. No hay urgencia, hay espera, hay fe en el otro. La obra se pregunta qué se necesita para que una relación —con el otro, con la tierra, con el tiempo— exista y crezca. ¿Qué se necesita para que algo crezca entre dos? ¿Cómo se construye una relación, un ritmo común, una escucha? El trabajo preciso del intérprete guía esa experiencia: su cuerpo no impone, convoca. Con delicadeza y sin palabras todo se entrelaza en una red invisible que nos incluye. Despierta algo profundo y antiguo que no necesita explicación.
Ánimo cardón”,es una creación de Exequiel Ramos, con asistencia en dirección de Marcelo Comandú, arte sonoro de Camilo Mangoni Villella (Liria Liria), e iluminación de Daniel “Gringo” Maffei. La propuesta cuenta con el apoyo del INT y la producción de Marcelo Comandú y Marina Sarmiento. Las funciones serán el sábado 2 de agosto a las 21 h y el domingo 3 de agosto a las 20 h en El Cuenco (Mendoza 2063, Alta Córdoba).
Los monstruos van debajo de la cama, sábados de agosto en Teatro La Cochera
Hay algo perturbadoramente bello y punzante en esta pieza. Habla del miedo, pero no en tono fantástico ni metafórico. Habla del miedo real, de ese que nace cuando algo terrible sucede –un secreto, un abuso, una herida– y se esconde durante años. Buyatti, sola en escena, construye una presencia que duele y resiste. El cuerpo se le vuelve campo de batalla: cada palabra es un esfuerzo; cada pausa, un mundo. Parece que su personaje se lastima un poco más cada vez que intenta hablar. Y, sin embargo, lo hace. Porque, al ser escuchada, algo se repara. Con la palabra invoca, transforma, y aunque a veces se quiera dar por vencida, también resiste. Y las preguntas quedan flotando.
“La invasión de los terraplanistas sensibles amantes de las teorías conspirativas aplicadas a lo largo de un cúmulo de eventos inconexos e inconcebibles y que cuando llega el cataclismo final todo resulta ser la peor pesadilla de Galileo Galilei”. Escrita por Jorge Monteagudo y dirigida por Liliana Angelini, pone en escena a Marcelo Arbach, Gonzalo Dreizik y Carlos Lima. El diseño sonoro y la música corren por cuenta de Enrico Barbizi, la iluminación es de Agustina Charra, y el vestuarip es de Caro Vignolo. Con fotografía de Seba Six y gráfica de Santiago Guerrero.
La invasión de los terraplanistas sensibles (…), 29 de agosto en Sindicato de Maravillas
¿Cómo saber qué es verdad y qué no? ¿Y a quién creerle? Entre tantas preguntas, los personajes aparecen para atravesar la incertidumbre. La obra nos enfrenta al estado de sospecha permanente. Con humor e inteligencia, presenta unas coordenadas verosímiles hasta que dan un vuelco en la trama y la cabeza nos explota. Porque son cuestiones que nos interpelan a todes: ¿En quién confiamos? ¿Quién estuvo ahí cuando lo necesitamos? ¿Cómo se construye la verdad en un mundo lleno de versiones? Hay alusiones cinéfilas deliciosas, actuaciones brillantes y un humor que afila.
La obra fue ganadora del Premio Provincial de Dramaturgia 2023. Recibió el apoyo del Instituto Nacional del Teatro y el Premio Incentivos a la Trayectoria 2024. Está dirigida por Camila Murias, con actuación y dramaturgia de Natalia Buyatti. La iluminación es de Pablo Chiaretta, la escenografía de Kirka Marull y la música original de Agustín Domínguez. El vestuario fue realizado por Camila Murias y el diseño gráfico por Daniela Barrionuevo. La producción está a cargo de Natalia Buyatti y Camila Murias.