Con la presencia de dirigentes locales y militantes barriales, se inauguró el pasado lunes una nueva Casa Pueblo en Córdoba. Bajo la consigna «Sin salud mental popular no hay justicia social», militantes y funcionarios se dieron cita en Justo Paez Molina 254, donde está ubicado este ente destinado todos aquellos que necesitan una ayuda para salir de las adicciones.
En el país hay varios centenares de Casas Pueblo funcionando. Estos organismos dependen de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), y tienen la responsabilidad de coordinar políticas públicas en vinculación con la prevención, atención, asistencia y acompañamiento de personas que sufren consumos problemáticos de sustancias. Desde la coordinación, enfatizan la importancia de sostener y fortalecer estos espacios que brindan ayuda a los sectores que más los necesitan.
En este sentido, Santiago de la Vega nos explica que las Casas Pueblo son espacios de acompañamiento y atención en consumos problemáticos: “básicamente lo que viene a aportar es una nueva forma de abordar estas situaciones de manera comunitaria, entendiendo que nadie se salva solo, y es a través de los lazos, conectando con otros y con otras, que uno puede proyectar un futuro mejor. Fortaleciendo la comunidad es la mejor manera de ofrecerle una salida a los pibes y las pibas que están atravesando un consumo problemático”
Por otro lado, Rocío Álvarez destaca el valor de estas políticas, principalmente en su vínculo con las juventudes, resaltando la importancia que tienen las actividades que de manera cotidiana se proponen: “además de realizar talleres, que tienen una mirada preventiva, con perspectiva de género, y un enfoque desde los derechos humanos, también realizamos unidades productivas y espacios de contención terapéutica. Por ello creemos que tiene una importancia fundamental para las juventudes”.
Además de destacar la relevancia de los lazos comunales, los coordinadores destacan un factor clave para luchar contra los consumos problemáticos. Entienden que la cercanía personal con quien atraviesa una adicción, es central: “nosotros estamos insertos en la comunidad. Los compañeros y compañeras viven en el barrio y son ellos los que acompañan a las personas. Y están todo el tiempo en el territorio”, afirma Santiago.
Desde la Casa Pueblo del Centro extienden la invitación a toda la comunidad: “nuestra casa tiene las puertas abiertas para recibir a todxs las personxs que necesiten ayuda y lxs esperamos con diferentes actividades y talleres deportivos, culturales y recreativos, pero también con el apoyo de un gran equipo profesional”.
La salud mental es uno de los problemas sociales que viene marcando agenda en nuestro país desde hace tiempo. En la actualidad, y gracias a años de debates y luchas por parte de las organizaciones populares, el Estado sostiene esta herramienta muy importante para hacerle frente a estas problemáticas desde los barrios.