La ciencia cordobesa demuestra nuevamente su compromiso con la innovación, el conocimiento y el bienestar de la sociedad. En este caso, la buena noticia proviene de un equipo interdisciplinario conformado por investigadores de la UNC y el Conicet, el cual ha llevado a adelante un estudio que revela la notable eficacia de un componente presente en la planta popularmente conocida como «revienta caballos». Este vegetal, que crece en nuestras sierras, contiene un componente que provoca la inhibición de un gen asociado principalmente con cánceres de mama, colon, ovarios y próstata.
Laura Guantay, becaria doctoral del Conicet y parte del equipo que lleva adelante esta investigación, explica que “uno de los desafíos actuales en la lucha contra el cáncer es la identificación de fármacos y el desarrollo de estrategias terapéuticas que permitan la eliminación de células tumorales con un impacto mínimo sobre las células normales del paciente”.
Para conocer tanto el descubrimiento como el trabajo de los científicos de la UNC, conversamos con Laura Guantay para que nos cuente sobre el proceso de trabajo, los beneficios del «revienta caballos» y su perspectiva sobre la investigación y la educación pública.
-¿Cómo fue el proceso de trabajo que les permitió descubrir este hallazgo?
-En particular, el trabajo que publicamos, surgió de un proyecto grande, que involucra a muchas personas. El líder de este trabajo fue Gastón Soria, él fue el encargado de armar este rompecabezas. Él se contactó con el grupo de Productos Naturales de la Facultad de Ciencias Químicas de la universidad Nacional de Córdoba, quienes tenían una biblioteca de extractos naturales y compuestos puros aislados durante más de 20 años. Después se articuló una colaboración con gente de la Fundacion Instituo Leloir, específicamente con el grupo de Vanesa Gottifredi con quien Soria realizó su doctorado. Después a medida que se fueron dando algunos resultados se buscaron las colaboraciones con el grupo de proteómica de Alemania y el grupo que sintetiza inhibidores de dCK en la Universidad de California. Por supuesto que todo esto fue posible gracias al financiamiento internacional de la empresa GSK que fue fundamental para llevar a cabo toda esta investigación. Además todos los meses había reuniones con todos los grupos involucrados para comentar los avances, aprender de los errores, plantear nuevos objetivos. Pero sin dudas el éxito de este proyecto fue gracias a Gastón por cómo dirigió este proyecto.
-¿Qué es lo que descubrieron sobre los beneficios del «revienta caballos»?
-Para responder esto es necesario que volvamos al comienzo del cuento, en el que inicialmente se desarrolló una plataforma que permite probar múltiples drogas por día, en células que tienen silenciada la proteína BRCA2 (células tumorales) junto con células con expresión normal de BRCA2 (que serían las células control o normales). Los genes BRCA2, que codifican para la proteína BRCA2, actúan como genes supresores de tumores, es decir que en condiciones normales nos protegen de desarrollar esta enfermedad. Pero cuando estos genes están mutados, la posibilidad de desarrollarla aumenta notoriamente, de ahí la relevancia de trabajar con estas proteínas. La idea es poder evaluar qué efecto tiene la droga sobre ambas células al mismo tiempo, considerando como droga exitosa a aquella que mata selectivamente a la tumoral sin afectar o afectando en menor medida a la normal.
-¿Trabajaron sólo con esta planta serrana?
-En este trabajo en particular las drogas testeadas fueron compuestos derivados de plantas de américa latina y se obtuvo a Solanocapsina, un compuesto obtenido de Solanum Pseudocapsicum o revienta caballos, como droga exitosa. A partir de esto, se mejoró la eficacia de Solanocapsina generando un derivado químico llamado NorAdS sobre el cual se realizaron estudios en profundidad para determinar quién era la molécula responsable de esta muerte selectiva de las células mutadas. Así se obtuvo a la proteína dCK como blanco responsable y se estableció que silenciando dCK se puede matar selectivamente a células que tienen mutaciones en BRCA2. Lo que representa una nueva estrategia terapéutica.
-Entendiendo que el proceso seguramente está lleno de complejidades, nos explicas como llegan a dar con tal descubrimiento…
-Desde el área de productos naturales, el trabajo comienza con la recolección de las especies vegetales con ayuda de especialistas botánicos. Después se procede a la extracción de todos los compuestos que forman cada una de las especies, utilizando determinados solventes. A partir de esto se hacen particiones, lo que significa que se agrupan por tipos de compuestos en distintas fracciones y se evalúa la actividad de cada fracción. Después se seleccionan las fracciones activas y se realiza un proceso muy largo en el cual se purifica, y se repurifica con el objetivo de obtener compuestos totalmente puros, aptos para ser testeados. A estos compuestos se les determina la estructura molecular y en caso de que sea de interés se pueden derivar compuestos químicos que mejoren sus características de acuerdo al objetivo para el que se los quiera usar. En paralelo, se puso a punto la plataforma de screening de drogas que mencioné en la respuesta anterior, lo cual llevo mucho tiempo de trabajo, puesta a punto y validaciones para que pueda ser confiable. Y a partir del testeo de los compuestos naturales se realizaron estudios para confirmar y validar el descubrimiento, durante los cuales se realizó una colaboración con una empresa de Alemania para poder determinar el blanco terapéutico de Solanocapsina y luego otra colaboración con la Universidad de California para obtener el inhibidor de dCK y realizar más ensayos. Esto implicaba tiempos de envíos de muestras y de obtención de resultados, durante los cuales se avanzaba con más experimentos en Córdoba y Buenos Aires.
-Cuál es el uso que debe tener está planta para el tratamiento.. (la pregunta es un poco básica, pero nos interesa esa respuesta: es para uso químico, a través de un laboratorio, o puede ser una especie de «remedio casero» a través de la planta).
-Es muy importante esta pregunta, ya que no debe ser usada como remedio casero. Como su nombre vulgar lo indica ´revienta caballos´, es una planta muy toxica, ni los animales se acercan a esta planta. El uso de esta planta es netamente químico, dentro de un laboratorio especializado, capaz de obtener los compuestos puros de esta planta que son los que tienen la función que reportamos.
-Nos interesa preguntar también sobre tu mirada en torno a la universidad y la ciencia pública ¿Cuánto valor tiene para tu trabajo y para los resultados que obtienen?
-En lo personal siempre agradezco poder haberme formado en la UNC. En mi familia, mis viejos fueron la primera generación en poder estudiar, con un esfuerzo económico enorme porque eran de otras provincias, y siempre nos inculcaron amor y orgullo por la UNC. Así que siempre valoré el privilegio de poder formarme de manera gratuita y con enormes profesionales. Hoy me toca ser docente universitaria y siempre tengo eso presente para dar lo mejor de mí. Con respecto a lo que este trabajo significa para la universidad es algo que no me había preguntado, pero me llena de orgullo poder devolver un poco de todo lo que recibí, y ojala pueda significar algún beneficio en la salud pública, que siempre es mi principal motivación. Hace unos días nos reunimos con el Ministro de Ciencia y Técnica de Córdoba, Pablo de Chiara, y la Ministra de Salud, Gabriela Barbas, y se pusieron a disposición de mi equipo y de la Facultad para poder acompañar nuestros proyectos de investigación. Es algo que no habíamos imaginado cuando empezamos con la difusión de este trabajo, pero que sin dudas será un beneficio enorme para nuestra facultad.
Este descubrimiento demuestra el valor de la investigación científica y la importancia de la educación pública en el desarrollo de nuevos tratamientos y avances en la salud. El trabajo por el equipo que integra Laura Guantay es un ejemplo concreto de cómo la universidad y la ciencia pública contribuyen al bienestar de la sociedad y abren puertas a futuros avances en la salud.