En un avance prometedor, investigadores de la UNC, el Hospital Privado Universitario de Córdoba y el Conicet descubrieron que la proteína SHP2 tiene un rol central en el crecimiento de tumores hipofisarios, específicamente los somatotropos, el segundo tipo más común de tumores intracraneales.
El hallazgo, publicado en la revista científica Neuro-Oncology, se basa en un estudio preclínico que demostró que al bloquear esta proteína se reduce significativamente la proliferación celular tumoral, incluso en pacientes que no responden a los tratamientos convencionales como el Octreótido. Esto abre una nueva vía terapéutica para personas que hasta ahora no tenían una opción efectiva.
Además de identificar un nuevo blanco terapéutico, el trabajo se destaca como ejemplo de medicina traslacional: colaboración entre científicos y médicos para transformar el conocimiento en soluciones clínicas reales. La investigación incluyó estudios in vitro e in vivo y permitió entender por qué muchos tratamientos actuales pierden efectividad con el tiempo.
Actualmente existen 18 ensayos clínicos en desarrollo con inhibidores de SHP2 para distintos tipos de tumores. Este avance local podría sumar a los PitNETs a esa lista en el futuro cercano.
“Este hallazgo nos acerca a nuevas terapias y reafirma la importancia de la ciencia colaborativa”, afirma Juan Pablo Petiti, investigador de la UNC y líder del estudio.