El Observatorio Vera Rubin comenzó a operar esta semana desde el Cerro Pachón, en el norte de Chile. Se trata de una de las iniciativas científicas más ambiciosas del siglo: un telescopio que tomará una imagen del cielo cada 30 segundos, captando más información en un año que todos los demás observatorios juntos en toda su historia.
La UNC forma parte activa de este proyecto internacional junto a otras universidades del país. En total, 40 investigadores e investigadoras cordobeses participan en distintas áreas: desde astronomía y física hasta inteligencia artificial y desarrollo de software. El equipo argentino es coordinado por Mariano Domínguez Romero, astrónomo del Conicet y la UNC.
Entre sus principales innovaciones, el Vera Rubin cuenta con una cámara del tamaño de una camioneta y una resolución de 3.200 megapíxeles. Gracias a esta tecnología, podrá registrar una película completa del cielo del hemisferio sur, con casi 900 imágenes por punto durante una década.
Este trabajo requerirá procesar unos 20 terabytes de datos por noche. Por eso, además del rol clave de los astrónomos, el proyecto necesita desarrolladores y especialistas en big data. La UNC contribuye también desde estas disciplinas, fortaleciendo una línea de trabajo estratégica que combina ciencia y tecnología.
Gracias a su aporte, la universidad cordobesa tendrá acceso privilegiado a esta base de datos única en el mundo. Esto abrirá nuevas oportunidades de investigación para docentes, estudiantes y equipos locales, que podrán sumarse a estudios sobre galaxias, asteroides, materia oscura y fenómenos aún desconocidos.

En sus primeras horas de funcionamiento, el observatorio ya detectó más de 2.000 asteroides, siete de ellos cercanos a la Tierra. Además, funcionará como sistema de alerta para otros telescopios, permitirá ciencia ciudadana y aportará información clave para el desarrollo de inteligencia artificial.
La información fue publicada originalmente por UNCiencia, la plataforma de divulgación de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC, que entrevistó a parte del equipo local y detalló la relevancia de este hito para la comunidad científica cordobesa.