Un libro en donde, mediante la poesía, el autor logra plasmar sus sentimientos y debilidades para poder expresar lo que le pasa y nos pasa como sociedad. Pero también para poner una mirada ácida sobre nuestros cotidianos y entender que nuestros mundos, en definitiva, no son iguales.
– ¿Cómo se gestó la idea de “Ni vos ni yo somos lo mismo”?
– Este poemario es el resultado de un proceso de los 3 años del Taller en El Brote, en el que construimos poesía en conjunto. Por ejemplo, el título fue parte de las sugerencias que trabajamos en nuestro grupo. Pero yendo más a lo concreto, la idea fue tratar de transmitir el vaivén que pongo en tensión con mi voz poética. Es esa tensión entre buscarle un sentido a la cosa, pendular en el amor, tratar de cuestionar la existencia sin dejar de entender la vitalidad del juego. Con todo eso, fuimos trabajando con Flor Lopez para poder construir este poemario en el que no solamente habla de que ni vos ni yo somos lo mismo, sino que tampoco el mundo lo es.
– ¿Qué vamos a encontrar en el libro?
– Joaquín Areta, un militante peronista y poeta desaparecido por la dictadura, dice en un pasaje: “Nadie escribió poemas de la nada si su palabra no era sincera, solo los falsos escriben cuando su corazón no late.”. En este libro van a encontrar una palabra sincera, sensata; una mirada de un mundo. También, y por qué no, una expresión del ego. Este poemario tiene dos partes, donde cada una tiene su potencia y su ser. Donde van a poder ir desenredando el nudo y ojalá que encontrándose en las palabras. Que en este momento ya no son mías, sino de quién quiera tomarlas.
– ¿Qué es la poesía para vos?
– La poesía para mi es una manera de decir, un medio para expresar y también para sentir. Pero me gusta más como la define Vicente Luy: “la única ciencia que se ocupa del problema”.
«Ni vos ni yo somos lo mismo» lo podés adquirir en “La Librería” ubicado en Lavalleja 29, centro de Córdoba, o mediante las redes sociales de Santiago Pérez, @ssantiprz.
Refugio
La aurora juega entre la trama de la ventana,
la mañana hace de esta imagen
una escena de película independiente
donde te veo dormir.
Un rayo de luz refleja en tu cara
y de golpe, el brillo enaltece tus ojos.
Y despertás, con tu remera larga que oficia de pijama
y preguntás, si todo está bien.
Fracasamos,
como concepto,
como parte de un sí.
Que sea único
no significa
que sea bueno.
Quizá, al final, esto solo fue
un pequeño refugio de palabras
que se abrazan al recuerdo
de lo más parecido al amor.
–
Ansiedad
El tiempo es eso que pasa
entre el anhelo y un beso,
entre el deseo y la acción.
Ínterin de sueños.
Mí ansiedad es un problema,
estoy buscando la primavera
y no disfruto el carnaval.
–
Circunstancia
Podría encontrar el momento justo
en el que bajo el tibio frenesí adolescente
decidí que no iba a ser.
¿Podría?
Podría zambullir en la profunda ansia
de singularidad, en la profunda creencia
de que se es si se está.
¿Dónde, cuándo y para quién?
Cuando la orilla empinada cruce la frontera
y me encuentre en la triste situación de elegir
si caer o volar.
¿Elegiré bien?
Cuando el tiempo embellezca y nuble la mirada
cómo se cuál es el bien y cuál es mal.
¿De quién depende el resultado
si todo depende de la circunstancia?
–