El Pizzurno es un edificio de valor histórico para la ciudad. Funcionó durante décadas como sede de dependencias estatales, y actualmente alberga oficinas de Salud, Desarrollo Social, Capital Humano y la Senaf. El plan contempla mantener su fachada, pero transformar integralmente el interior y sumar nuevas plantas.
El objetivo es generar un espacio de articulación entre universidades públicas y privadas, empresas de base tecnológica y organismos científicos. A su vez, la idea apunta a diversificar la matriz productiva provincial con empleo calificado y exportación de servicios basados en conocimiento. El polo funcionaría como centro de desarrollo e investigación, con áreas dedicadas a aceleradoras, intercambio académico y tecnologías del conocimiento.
Al mismo tiempo, dentro de las 4,5 hectáreas del predio se proyecta la construcción de una residencia para investigadores. El espacio alojaría a profesionales de otras provincias o países, promoviendo estadías de trabajo conjunto con instituciones locales.

Córdoba ya cuenta con un ecosistema tecnológico en crecimiento, con empresas radicadas en Ciudad Empresaria, los parques industriales y el clúster de software. Este nuevo polo, según lo proyectado, buscaría dar un salto cualitativo y posicionar a la provincia como nodo regional de ciencia y tecnología.
Mientras tanto, ha comenzado el traslado de los más de mil trabajadores que hoy se desempeñan en el edificio. El Sindicato de Empleados Públicos ha manifestado su preocupación ante la falta de precisiones sobre las nuevas condiciones laborales.