Las Bajadas es un pequeño pueblo ubicado en el departamento Calamuchita, sobre la falda oriental de las sierras chicas, entre San Agustín y Almafuerte. Tiene casi trescientos habitantes, muchos de los cuales viven en las zonas rurales. Aquí la naturaleza se mantiene bastante virgen, sobre todo en los cerros. Desde ahí desciende el arroyo Tocomé que atraviesa la localidad y desemboca en el lago Piedras Moras. Entre ese paisaje existe una explotación minera que en el año 2017 fue cerrada por distintas irregularidades. Este año el dueño dice haber obtenido los permisos para su reapertura, lo que produjo la movilización de los vecinos del lugar, quienes sostienen que no se han remediado los problemas que llevaron a la clausura.
La cantera El Zorro se encuentra en un campo privado y de ella se extrae piedra negra, material utilizado sobre todo en obras en obras viales. Dentro del mismo campo, en antaño hubo otras dos explotaciones: una de cuarzo y otra de carbonato de calcio. El recuerdo de estas tampoco es bueno. Carlos, un vecino del lugar, nos cuenta: “Hace años, con la cantera de cuarzo rompieron una vertiente muy grande a ochenta metros de profundidad dejando un cráter de cien metros de diámetro por ochenta de profundidad. Actualmente tiene veinte metros de profundidad de agua, eso significó que a varios de nosotros que vivimos cerca se nos sequen los pozos. Un par de arroyos que surcaban los campos linderos también se secaron.”
Calamuchita es una de las principales reservas hídricas de Córdoba. En un contexto de cambio climático, del fenómeno de la niña y del desmonte generalizado en la provincia, una explotación minera en medio del monte nativo con sus consecuencias en los cursos de agua, es una alarma que atrae a los vecinos de toda la región. Así es como más de cincuenta personas se han organizado para oponerse a la reapertura de la cantera. Ya han organizado actividades culturales, mateadas, reuniones con profesionales y han conseguido una representación legal.
“Queremos seguir viviendo como vivimos hasta ahora, en tranquilidad” dice Carlos con algo de bronca. Y esto es porque de la mano de la explotación de la cantera también viene la contaminación sonora por las voladuras, el polvillo y las partículas en suspensión en el aire y el aumento del tránsito pesado en los caminos locales. “Nosotros ya hemos convivido con esa explotación y produce daños al ecosistema que son visibles, porque dejan un espacio sin vida, sin plantas, sin animales y además nos están dejando sin agua. Estamos sobre un ecosistema débil que es una parte muy importante del tres por ciento que queda de bosque nativo en la provincia de Córdoba. Esto es un pulmón verde que purifica el aire, que protege las cuencas.”
Los vecinos sostienen que hasta el momento no han podido observar los permisos que el dueño dijo obtener. Para ellos, además, nada ha cambiado con respecto a la situación del lugar desde el 2017 a esta parte. Esta problemática es compartida con pobladores de otras zonas como José La Quintana y El Quebracho, que se enfrentan a procesos similares con canteras, incluso una de la misma empresa: Áridos Sociedad Anónima de Río Tercero.
La autoridad competente en el conflicto es la Secretaría de Ambiente de la Provincia y Policía Ambiental. Los autoconvocados también solicitan a la comuna de Las Bajadas que tome cartas en el asunto. En cuanto a la agenda, en los primeros días de abril está previsto que se realice un festival con artistas invitados de toda la provincia, para seguir dándole visibilidad a la causa y maximizar su alcance.